El románico es unas de las expresiones artísticas más extendidas y reconocidas por su valor cultural en la Ribagorza. Laspaúles no queda exenta de contener en su municipio buenos ejemplos de esta arquitectura y arte.
Cerca del municipio se encuentra la ermita de San Esteban de Villarué. Este templo recoge las características más claras para reconocer los ejes principales del románico: única nave, arco de medio punto y ábside semicircular. Un campanario de doble espadaña da elegancia a un conjunto que fue consagrado en 1143.
La veneración a San Esteban se repite en Ardanué. No es la única coincidencia con Villarrué. A los factores clave del románico se une la espadaña doble bajo la que descansa un ojo de buey que deja entrar la luz al interior donde se vislumbran dos arcos ciegos en los que antes reposaban dos antiguas capillas. Una pila bautismal en el interior y un altar a San Esteban, más moderno, en el exterior dan personalidad al conjunto.
Desde un sendero que nace en Laspaúles se puede alcanzar la ermita de Santa Paula de Turbiné. Las lajas de su tejado de dos aguas son aguantadas por un sillarejo irregular. El ábside está algo desviado de la nave central. La ermita fue consagrada en el siglo XII por Gaudrido, obispo de Roda de Isábena.